Desde el área de Pastoral de la escuela, estamos llamados a hacer presente, en medio de todo el proceso formativo, la centralidad del Evangelio, el seguimiento a Jesús y el amor a María. El Ideario de los Colegios pertenencientes a la Congregación afirma lo siguiente:
- Por ser Colegio, tenemos la función específica de brindar una buena enseñanza…
- Por ser Colegio Católico, tenemos la misión de ser agentes de evangelización de la cultura…
- Por ser Colegio Católico perteneciente a la Congregación Hijas de la Inmaculada concepción de Buenos Aires, nuestra identidad está dada por el amor a la Virgen Inmaculada, modelo de auténtica cristiana.
Madre Eufrasia, nuestra fundadora es para nosotros ejemplo de vida cristiana, toda su vida y sus actos nos animan a vivir el Evangelio y a encontrarnos con María, y a través de ella con Jesús. Como Colegio queremos transitar sus huellas porque confiamos que nos conducen a ser una comunidad fraterna, servicial, alegre y llena de la presencia de Dios.
La gran herencia que nos dejó la Madre Eufrasia es su profundo amor al misterio de la Inmaculada. En este sentido, el Área de Pastoral debe ser un espacio de acogida, acompañamiento y una guía para seguir el camino que María nos muestra: apertura y entrega a Dios, obediencia a su Voluntad, meditación de la Palabra, discipulado alegre.
Nos dice nuestro Ideario: “del Evangelio emerge su figura de mujer libre y fuerte, orientada al verdadero seguimiento de Cristo. Ella nos invita a educar en las virtudes, rechazando el mal, la mentira y la impureza”
“He aquí la esclava del Señor”, esta palabra de María es el lema evangélico de la Congregación y por lo tanto debe iluminar toda la actividad de nuestro Colegio: María es la primera que aprendió todo lo que Jesucristo vino a enseñar, y eso mismo la capacitó para, a su vez, enseñar a los hombres a encaminar su vida hacia Cristo. Ella es educadora, pues, contemplándola, se aprende a vivir en una comunión más profunda por Jesús.
Es vital por tanto que el acompañamiento para propiciar y / o fortalecer estas relaciones, llegue también a toda la comunidad educativa incluyendo docentes, no docentes y padres de familia, como tareas prioritarias en el proceso de la pastoral (Aparecida 337).
La vivencia pastoral en nuestra escuela se realiza en un espíritu festivo, celebrando la vida y el encuentro fraterno, expresando y compartiendo la alegría y el dolor, comprometiéndonos con el otro y creando vínculos entre las alumnas que les ayude a construir lazos de pertenencia y fraternidad.